No sé, me gusta acostarme con una sensación extraña de no poder aquietar mi mente, de no poder dejar de darle vueltas al mundo ni entregarle soluciones didacticas y posiblemente muy posibles, de sentir que sigue siendo muy temprano como para cerrar los ojos y dejarme caer por ahi, de esa ansiedad que me da cuando no sé que voy a soñar. Esa sensación extraña de que el pasillo es enorme y por eso debo cerrar la puerta, de que la ampolleta de mi pieza se traga la luz lentamente como si tuviese vida propia y de que quizás el celular suene sacandome de lo que no debería estar pensando. Cuando me acuesto siento que ahora si que si, soy lejos la mas fuerte del mundo, que las desiciones que tome serán ( y quizás, lo mas probable es que lo sean) las más acertadas y coherentes.. las mejores para mi. Cortando por aqui, sacando por allá, buscado por allí, logro encontrarle la solucion pertinente a los desastres naturales del micromundo.
Si, definitivamente.. debería dedicarme más a soñar que a pensar en los porques de todo. Desde ahora cuando me vaya a dormir...