Sí las raíces no existieran...

No sé si miedo sería la palabra exacta pero no puedo definir lo que me pasa cuando desde mi ventana veo como los árboles se mueven escandalosamente por culpa del viento.. Realmente no tengo nada personal contra él, me encanta sentirlo en mi cara o cuando me desordena el pelo me siento casi que Penélope Cruz (que aunque se le vaya un ojo debe ser de las mujeres más hermosas de todo el planeta) la cosa es que veo aquellos árboles inmensos que se mueven de un lado a otro amenazantemente como si de un segundo a otro se fuesen a desplomar y mágicamente cayeran encima de mi casa.. en verdad es el pensamiento que he tenido desde que tenía como cuatro años y una de las primeras nanas que tuve en mi casa me hacia poner en el ventanal a mirar el viento, posiblemente su intencion era que apreciara lo hermoso de las tormentas pero yo solo me fijaba en ese enorme árbol, que aún no sé donde están sus raíces aunque se nota que están unos pasajes más allá, moviendose y siempre creí que caería encima mio.. en cualquier tormenta.

Hoy me vuelvo a sentir con cuatro años cuando miro por la ventana de la pieza y veo al mismo árbol, catorce años más viejo, moverse al compás del viento.. no sé si él tendrá el mismo miedo que yo de caerse y conocer lo que es estar en lo más alto para luego encontrarse cara a cara con el piso o quizás lo disfruta, bailando de un lado a otro con el viento mientras la lluvia se asoma próxima a unirse a la fiesta.. para variar no lo sé.

En todo caso un niño me dijo, luego de escuchar mi pequeño miedo de niña, que no me preocupara por que el árbol por más alto que sea tiene unas raíces que nunca le permitirán caer... al igual que yo y definitivamente eso me dejó más tranquila.-