Ella saltaba, reía y conversaba mientras él vivía su propio enredo amoroso.
Se acercó a consolarla justo cuando ella aparecía con los ojos llenos de agua.
Hubo robo de besos, sonrisas tiernas y acurrucamientos, cual gatos.
Alejamiento y llanto, sin imaginar que lo que venía iba a remediar con creces todo eso.
Volvió, y cada vez que él la miraba; ella lo miraba devuelta.
Y ahi el mundo se puso patas para arriba, nada volvió a tener sentido, excepto en sus brazos.. Los besos abundaron, las miradas coquetas, las sonrisas frecuentes, los silencios concurrido, la estrategia y los viceversa, incluso supieron que el cielo era solo para ellos.
No nos queda ni el reflejo de aquella luz..
Ojala pudiesemos mirar hacia atrás soñando que el destino cambiará.. aunque la verdad
no sea un secreto
1 comentarios:
si escribes esto, es pq todavía algo queda; de parte de quien sea
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